Cómo limpiar un fregadero de acero inoxidable y dejarlo como nuevo

Los lavabos de acero inoxidable, comunes en la mayoría de las cocinas, son duraderos y atractivos pero requieren cierto esfuerzo para mantener su brillo, incluyendo la limpieza regular de huellas dactilares y manchas. Sin embargo, si no se cuidan adecuadamente, pueden opacarse; pero no te preocupes, te enseñaremos a limpiar un fregadero de acero inoxidable para devolverle su belleza original.

¿Con qué frecuencia debo limpiar un fregadero de acero inoxidable?
Desinfecte el fregadero cada vez que entre en contacto con carne cruda. También debe enjuagarlo a diario o después de cada uso. Después de eso, debe limpieza profunda de un fregadero de acero inoxidable al menos una vez por semana.
¿Qué herramientas necesito para limpiar un fregadero de acero inoxidable?

Si bien puede optar por desinfectantes y limpiadores de acero inoxidable comerciales, no es necesario que los compre si no lo desea. Cuando aprenda a limpiar un fregadero de acero inoxidable, la mayoría de las cosas que necesitará probablemente ya estén en su despensa o armarios. Estos artículos simples lo ayudarán a cuidar el acabado opaco, las manchas y los rayones menores.
- Jabón de fregar
- Bicarbonato sódico
- Cepillo de nylon
- Vinagre (blanco o de sidra)
- Botella pulverizadora
- Crema tártara
- Paño de microfibra
- Aceite de oliva
Una vez que hayas reunido tus herramientas y productos, simplemente sigue esta guía paso a paso:
1. Enjuague el fregadero
No se puede limpiar de forma eficaz un fregadero de acero inoxidable si tiene restos, restos de productos o la cena de la noche anterior pegados a la superficie. Enjuágalo todo primero con agua caliente. Usa jabón para platos y un cepillo para fregar para desalojar los restos de comida que se hayan quedado pegados a la superficie.

2. ¡Aproveche el bicarbonato de sodio!
Espolvorea bicarbonato de sodio por todo el fregadero húmedo, cubriendo la superficie. Asegúrate de que llegue a los lados tanto como sea posible. El bicarbonato de sodio es ideal porque neutraliza los olores y es lo suficientemente potente como para limpiar sin rayar ni estropear el acero inoxidable. Mejor aún, es completamente no tóxico.

3. Comience a fregar
Ahora es el momento de tomar el cepillo de nailon suave y comenzar a fregar, pero asegúrate de hacerlo en la dirección de la veta. Habrás notado que el metal tiene una veta que va en una dirección específica y querrás seguirla.
Puedes utilizar una almohadilla de acrílico o nailon para fregar, siempre que no sea muy abrasiva. Nunca utilices ningún tipo de material abrasivo, como lana de acero o cepillos de acero, ya que pueden rayar el metal.
A medida que frotes, el bicarbonato de sodio comenzará a hacer que esos pequeños rayones desaparezcan o al menos se vuelvan menos visibles. Si tienes manchas sucias que requieren atención adicional, como grietas o la costura alrededor del desagüe, toma un cepillo de dientes viejo para trabajar en ellas.

4. Añade vinagre
Antes de enjuagar el bicarbonato de sodio, vierte vinagre blanco puro en una botella rociadora y rocíalo sobre toda la superficie del fregadero que acabas de fregar. Cuando lo hagas, comenzará a burbujear. Déjalo reposar durante unos minutos.
El vinagre ayudará a eliminar las manchas de calcio gracias a su acidez natural. Y lo que es mejor, el vinagre es un gran desinfectante. Cuando deje de burbujear, enjuague el fregadero y séquelo con un paño. Si el fregadero estaba muy sucio al principio, puede repetir este paso una segunda vez.
5. Trate las manchas restantes
Si el fregadero sigue teniendo una mancha persistente que no desapareció con la limpieza inicial, puedes tratarla con una mezcla de vinagre y crémor tártaro. Mezcla una taza de vinagre con un cuarto de taza de crémor tártaro y restriega la zona manchada. Si lo prefieres, también puedes hacer una pasta con partes iguales de vinagre y crémor tártaro o crema de tártaro, que también es útil para casi cualquier superficie de tu casa.
Sea cual sea la mezcla que elijas, aplícala sobre la mancha, frótala suavemente y déjala reposar unos cinco minutos. Después, aclara el fregadero y sécalo con un paño. Aunque esto funciona muy bien, no debería ser tu método habitual para limpiar todo el fregadero. Sigue los pasos anteriores con vinagre y bicarbonato para la limpieza general.
6. Hazlo brillar
Una vez que el fregadero esté limpio y seco, pon unas gotas de aceite de oliva en un paño y pule el fregadero y los herrajes hasta que queden relucientes. Ten cuidado de no usar demasiado aceite o acabarás con un fregadero grasiento.
Algunos consejos aleatorios extra
Use guantes de goma
El vinagre y el bicarbonato de sodio no son tóxicos y son excelentes para todo tipo de tareas de limpieza del hogar, pero eso no significa que sean buenos para la piel. El bicarbonato de sodio puede resecar las manos.
¿No tienes vinagre? Prueba con limón.
Si no tienes vinagre, usa jugo de limón. Frota el fregadero con bicarbonato de sodio y enjuágalo. Luego, limpia el fregadero con jugo de limón y enjuágalo.
El método del pulido de harina
Una alternativa para pulir un fregadero de acero inoxidable con aceite de oliva es utilizar harina común de la despensa. Asegúrate de empezar con un fregadero limpio y completamente seco: la harina es una forma de pulirlo. No lo uses para limpiar un fregadero de acero inoxidable. Todo lo que tienes que hacer es espolvorear una capa gruesa de harina en el fregadero y empezar a frotar. Usa una toalla de papel o un paño suave, pero recuerda seguir puliendo. Cuando hayas terminado, no enjuagues la harina por el desagüe. Esto puede provocar que se obstruya el desagüe. En lugar de eso, limpia la harina del fregadero.
La prevención siempre es buena
Evitar las manchas de agua hará que la limpieza profunda sea mucho más rápida y sencilla. Para ello, enjuaga el fregadero después de cada uso y sécalo con una toalla para evitar las manchas de agua.
Los distintos métodos para limpiar un fregadero de acero inoxidable pueden ayudar a restaurar su brillo y limpieza. Aunque se puede requerir una limpieza más frecuente, la incorporación de una limpieza profunda semanalmente puede contribuir significativamente a mantener el fregadero de acero inoxidable en condiciones higiénicas y limpias.