Cómo administrar su empleada doméstica de manera eficaz
Las empleadas domesticas extranjeras siguen siendo personas con las mismas exigencias morales, emocionales y fisiológicas que usted. No podemos tratarlas de la manera que queramos, haciendo caso omiso de la mayoría de los factores importantes que afectan la eficacia de una persona.
Hay razones por las que la gestión de las empleadas domésticas es necesaria. Cambiar de empleada de vez en cuando es costoso. Tienes que ser práctico con el tiempo y el dinero. Además, los miembros de su hogar tienen que ajustarse cada vez que usted cambia a su ayudante. Su bebé, por ejemplo, puede sentirse incómodo con las prácticas de cada empleada doméstica si usted sigue cambiando.
Una nueva empleada significa un nuevo entrenamiento y una nueva persona para enseñar acerca de las reglas de su hogar! Por último, una empleada agradecida es una empleada eficiente. Si usted ha elegido un asistente extranjera, es mejor aplicar los principios de la administración de las empleadas domésticas a continuación y, en la medida de lo posible, aferrarse a esa persona incluso con el paso del tiempo!
Cómo dirigir a una empleada doméstica:
Cuéntele sus expectativas.
Tu empleada no puede leer la mente. Dele una lista de las cosas que usted espera que mantenga y haga. Cada hogar tiene sus reglas. ¿Qué pasa si ella no tiene idea de algunos de los elementos únicos de su hogar? Tienes que ponerle las reglas. De esta manera, puede volver a la lista si se le olvida algo. Habría menos decepciones para ti. ¡Dale un entrenamiento adecuado si quieres! La agencia de limpieza es un lugar diferente, y también tu casa. Usted podría tener una regulación diferente en su lugar, así que es mejor entrenarla personalmente.
Sea considerado.
Déjala dormir de 7 a 8 horas. Una persona puede obviamente trabajar bien si tiene una cantidad adecuada de energía. Así como usted necesita comida y una dieta apropiada, también provea suficiente comida para que ella pueda estar saludable y realizar bien sus tareas. También puede darle un horario que incluya las tareas que debe hacer. Incluya allí las veces que podría descansar, comer o dormir.
Establezca límites.
La gente puede ser insensible a veces o puede ser debido a diferencias culturales y hay prácticas desfavorables que ella no limita. Es posible que esté usando la línea fija de su casa por mucho tiempo todos los días o que esté entrando a su cuarto para limpiar sin su permiso. Sea lo que sea, asegúrese de aclararle los límites que debe tener en cuenta.
Dígale su preferencia personal.
Dos personas pueden tener dos maneras diferentes de manejar y llevar a cabo las mismas tareas. Si ella hace una cierta tarea de una manera diferente, dígale francamente cómo le gustaría que se hicieran las cosas. No te enfades, usando de excusa el ‘sentido común’ para gritarle a tu empleada doméstica! Ella viene de un ambiente diferente , así que sus maneras son diferentes.
Mantenga la coherencia.
Dé retroalimentación consistente. Dígale si necesita mejorar o si está haciendo las cosas bien. Si sigues cambiando de opinión, es posible que se confunda y que todo salga peor de lo que esperabas.
Recompénsala.
Las empleadas domésticas pueden estar más motivadas para trabajar duro si ven que usted está contento con su trabajo al recompensarla. Las recompensas pueden ser de diferentes tipos, incluyendo un día libre extra, una pequeña cantidad de dinero en efectivo o cualquier cosa que le guste. Verás que se vuelve más productiva y eso es lo más importante.
Haz las cosas que puedas hacer tu mismo.
No dependa demasiado de su empleada. Hay cosas que todavía puedes hacer por ti mismo: llevar tu bolso pequeño, atarte los zapatos y otras cosas. ¡Tal trabajo no requiere una empleada! Su empleada puede hacer más cosas si usted mismo hace las tareas más pequeñas.
Nunca abusar de ella.
El abuso puede ocurrir físicamente, verbalmente o incluso en forma de acoso cibernético. No hagas nada de esto. Corrige la situación hablando con ella en privado. Hablar mal no mejorará su rendimiento y solo la dañará emocionalmente.
